El Presidente del Gobierno Español señaló que debe emprenderse un esfuerzo no sólo para consolidar las democracias del mundo, sino para vivificarlas al máximo; precisó que dilucidar las diferencias, a través del debate, es la mejor forma de respetar las legítimas pretensiones del otro y de alcanzar, mediante el compromiso, soluciones de equilibrio.

Expresó que España y México pueden realizar grandes aportaciones a la comunidad internacional sobre la base de los principios del multilateralismo y de la cooperación internacional. Ofreció por parte del Gobierno Español agilizar los procedimientos de adopción de decisiones en las grandes instancias mundiales, eliminar la excesiva burocratización y vivificar el debate político al más alto nivel y que el recurso a la fuerza tenga que ser de naturaleza absolutamente excepcional, previo agotamiento de las vías de negociación y que, en caso de producirse, deba contar con el total apoyo de las Naciones Unidas, resaltó el papel de México, por mantener su análisis propio y su determinación de no aceptar, como agotadas, las vías de solución pacífica del conflicto, oponiéndose a la intervención militar.

Propuso que los Parlamentos, a través, de la Conferencia de Presidentes de Parlamentos Iberoamericanos se involucren respaldando este proceso.